En estos dias, en que se pone en vigencia la tan mentada Ley del Tabaco, no he dejado de sentirme políticamente incorrecta...
Sí, lo confieso, damas y caballeros de pulmones incorruptibles...
YO, YO FUMO, Y MAS ENCIMA ME GUSTA, peor aún NO PIENSO DEJAR DE HACERLO
No me vendan libritos de autoayuda, no me convenzan con argumentos tales como que me muero un poco con cada pucho que me fumo, al fin y al cabo se que hago otras cosas que harán que este envase que me pasaron al nacer (que mis padres, ¿se esmeraron?, bueno es lo que hay, o lo que resultó, hicieron)y a las cuáles no renunciaré, no aún al menos.
Sin embargo, me niego, rotundamente, a pensar que por FUMAR, me volvi ciudadano de segunda, proscrita, mala persona, LO PEOR
Muchos de los que fumamos, por lo que he hablado con otros infractores, nos hemos comenzado a sentir algo asi como leprosos. Me acuerdo de una entrevista por ahí, en algun medio, en que una señora dijo que la ley era buena porque de ahi en adelante nos daría verguenza prender un cigarro, por favor!, no será un poquito muscho, digo yo!!!!!!
No me averguenzo de fumar... mi relación con los puchos partió tarde, al alero, y lo confieso: de mona, de las largas noches de estudio en la universidad y las áridas lecturas de Levi Strauss y otros clásicos de la Antropología, donde todos fumaban, algunas cosas mas espirituosas, otros un par de puchos. Como comienzo, trate de hacerlo con estilo: More mentolados, claro, fumaba poco, por ende mis ingresos de estudiante no permitían que la gracia fuera muy sistemática, y además era choro eso de sacar esos largos cigarrillos negros y pasar por diva.
Después, el implacable vicio me llevó a perder el glamour , Life no más, como buen estudiante, ya que entonces me fumaba una cajetilla diaria y obvio, el presupuesto no daba para ser tan fashion.
Pasó el tiempo, y a veces fumo harto, otras épocas no fumo nada, pero confieso que si me propusiera adrede dejar de fumar.... tal vez no lo lograría, pero bueno, mi abuela siempre dijo "de algo hay que morirse"
En todo caso soy un pecador ordenado, no fumo en espacios cerrados donde haya niños, si llego a una casa de amigos o alguna oficina, siempre pregunto: se puede fumar? y ya me resigné que en la mayoría de las casas de amistades con "el nucleo fundamental de la sociedad formalmente constituído" la consigna va a ser morirse del frio fumando en la calle o en el patio, mal que mal es mi vicio, no el de los otros...
En fin, ya nos hemos resignado, yo y otros amigos pecadores, a nuestra condición de especie en extinción, aunque las cifras digan lo contrario, cada dia en mi entorno son menos los asumidos con el pucho en la boca.
Algun dia te dejaré, querido pucho, por ahora el último examen para el ingreso a la administración pública, mostró que mis pulmones, a pesar de todo, aún estan en buenas condiciones.
Veremos cuanto dura la cuerda... los placeres de la vida no son tantos... junto a un buen Sahne Nuss, un traguito, una conversación inteligente, una discución de buena política, una mirada profunda y un beso bien dado de quien nos interesa y a quien amamos, una pelicula romanticona, pero bien hecha, fumar sigue siendo un placer, genial, sensual.
He dicho.
