Cuantas veces nos preguntamos, ¿ donde radica la magia del amor? que hace que en un momento de la vida nos encontremos con un otro y que ese otro, anónimo, desconocido, ajeno, por una fuerza extraña e irremediablemente mágica, pase a formar parte de nuestra vida, su aroma , sus gestos , sus palabras, repetidas tantas veces en nuestras propias palabras y gestos, se vuelvan únicos e irremplazables....
Cuál es la razón poderosa que se anida en la necesidad de su cuerpo en tu cama, de su saludo por las mañanas , de su mano en la tuya? es mas bien la fuerza de la sin razón.... es esa sensación enorme de estar vivo, de sentir que te duele la guata cuando él llega, cuando miras sus ojos y te pierdes en el recuerdo remoto de su piel, del sonido de su voz, en la textura de sus manos....
Innegablemente el mejor estado es el enamorarse.... el abandonarse al amor como estado, como sentimiento, como motivo para salir todas las mañanas, como motor y anhelo, como promesa y compromiso.... como promesa de felicidad, independientemente de lo que dure.
